.::Desidia::.

Estoy cansado de vivir en La Paz...y no lo digo por que sea una ciudad pequeña, plagada de rancheros prejuicioso, ni por que sea una ciudad aburrida en infinitos sentidos.
La verdad es que opino que es un lugar que conserva su esencia muy a pesar de la plaga que viene con el turismo americano.
Además, claro está, que la gente (mi gente) no tiene comparación. Conozco a personas de casi todas las gamas sociales que me rodean y cada una de esas personas me ha enseñado y formado lo que soy ahora. Demás está decirles que me encanta como soy...para que mentirles, en verdad me gusta vivir aquí.
El problema radica en que: Así como me gusta mi ciudad, también la aborrezco porque me recuerda el fracaso que soy como estudiante y en consecuencia, como persona. La Paz es un lugar donde ya no me siento cómodo conmigo mismo; y no sé si es desidia por la escuela o en verdad no soy material para ese tipo de ambientes.
Y como dicen por ahí: “No todo es fracaso” pero hay de fracasos a fracasos y eso de tener 19 y aún no pasar de 4to semestre de prepa no es exactamente un logro, ni mucho menos algo digno de mención.

¿Y qué es lo que me lleva a hablar del tema?

Bueno, lo que pasa es que hoy fue un día raro (creo que no hay otra forma de describirlo). Me reuní con algunas personas que, si bien frecuento, nuestro circulo amistoso ha tenido un poco de óxido últimamente. Y, como en toda reunión, no se hizo esperar la conversación sobre el futuro de los presentes. Casi todos en la mesa actualmente están en alguna carrera o presentarán examen de admisión para alguna universidad fuera del estado. Por proceso de eliminación llegaron a la conclusión de que todos se van menos uno; el sujeto ojeroso y greñudo que está entretenido con una ficha de dominó: yo.

Aquí comienzan las preguntas frecuentes o como a mi me gustan llamarlas: Las preguntas del Señor Chingastrol.
¿Cuánto te falta? ¿En qué semestre dices que vas? ¿Y cuándo cumples los 20? ¿Qué piensas estudiar?...me halagan, en serio...pero que fastidio.
Con las fechas de los exámenes de admisión tan próximas, toda conversación cercana a mi se torna en que si aquella universidad, que si la otra, que si el plan de estudios esto, que si tal o cual fecha límite. Y sinceramente, eso me es irrelevante es muchas formas...Claro que eso no quita el hecho de que mínimo debería preocuparme tener un papel que me “respalde” para tener esa “seguridad económica” de la que todos hablan.
Pero, aceptémoslo, eso no les cuadra a todos. Por más que quisiera entrar en ese mundo del “papelito habla” mis prioridades son otras (si es que tengo prioridades) y siento que en algún momento futuro me reprocharé por no haber sido ambicioso y haber seguido con una carrera como el resto de mi generación, en algún momento pasaré a ser victima de puntos de comparación con cierto conocido o el infalible primo que siempre sirve de buen ejemplo.
Soy un desconocido para las ciencias así como las matemáticas o la física son unas desconocidas para mi...
No busco estabilidad, ni un seguro dental, ni una televisión de plasma, ni un carro del año...pero al parecer es muy importante pues casi todos estudian para obtener esos lujos y comodidades compradas.
No busco ser gran cosa en la vida y al parecer eso me convierte en un ser sin ambición y por lo tanto, un inútil en muchos círculos sociales...pero eso ni me va ni me viene.

¿Un vago sin porvenir? Tal vez...pero con mucho que decir, y de eso pocos son capaces...aún con su título en mano.