.::Batido, no revuelto::.

Después de meditar detallada, minuciosa e inconscientemente sobre diversos y azarosos invasores (a los cuales me gusta llamarles “Pensamientos racionales” ) decidí que este post sería para uno de aquellos focos que se prenden a medias en lo más recóndito de mi lado puramente humano.
Esta idea que a continuación expondré sin la mínima intención de causar controversia o resultados que puedan prestarse para malas interpretaciones por parte de esos esporádicos pero apreciados lectores, es pura y llanamente el resultado de horas de libre comunicación entre mis neuronas restantes, existentes y funcionales.

Es un tema que, me gustaría recalcar, forma parte de un rescate intelectual de los anales de esa historia personal en la que cada uno de nosotros se ve envuelto alguna vez en la vida.
Me atrevo a decir que estoy a punto de mencionar una de las observaciones biológicas más interesantes y estudiadas por la limitada mente del humano promedio.
Esto último presenta un avance para la llamada “Involución de las especies” pues, si has llegado hasta aquí eres muy paciente por haber leído tal sarta de palabras inconexas y rebuscadas que, a pesar de que suenan muy bien juntas, no dicen nada en absoluto sobre de qué demonios trata este post. Sólo son ideas divagantes causadas por el ocio de las 4:21 de la madrugada a un sujeto víctima del insomnio contraído un sábado por la noche.

Invadido y desesperado por la ausencia de sueño, quisiera despedirme con una las siguientes lineas sostenidas en alguna conversación de antaño:

X: ¿Sabes que estaría chido?...
Y:...¿Qué?
X: Un pato...con pantalones de mezclilla.
Y: Tienes suerte de estar con una de esas nueve personas en el mundo que eso les parece gracioso.


Paz.