.::Divagaciones de un amor del tercer tipo::.

“Sería bueno convencerte de las ventajas de tenerme, presentarme un día ante tu puerta y, con un catálogo a color, venderte la idea de un amor compartido, por semanas, para dos, en algún lugar paradisíaco, como puede ser mi habitación. Por la noche, haciendo sombras, nos inventaríamos el uno al otro y por la mañana me vestiría de luz para abrazarte mientras duermes...”

-Edel Juarez

Por ti no voy, por ti me quedo más. Quemando galaxias, inventando frases. Es tan fácil creer todo, verte y sonreír casi como un reflejo de algún sentimiento encontrado y sin mucho futuro...pero latente.

Como siempre, hay una fotografía tuya colgada detrás de alguna puerta con cerrojo, para mantener la linea entre lo real y la tristeza. Con tu cabello alborotado me recuerdas esos lugares que nunca he visto, esos donde casi puedes escuchar la electricidad entre las flores y acostarte entre los árboles para sentir el latido del planeta.
A veces presiento que el sol no volverá a brillar como lo hizo aquel martes, cuando comencé a escribirte esta carta desde el techo de un departamento abandonado, mientras arrojaba aviones de papel al horizonte, creando mi falsa sensación de libertad al creer que cada uno de ellos era alguna palabra para ti.
Te escribí un montón de mensajes inconclusos en esos frágiles aviones, olvidados después de su vuelo, terminando lejos de tus manos para contribuir a mi anonimato, para que no supieras del deseo que tengo de besar la constelación de pecas que se forma en tu rostro.
Cada día es otra escena donde te veo corriendo junto a mi en tierra olvidadas, donde quisiera prometerte que el mundo y todas las cosas son tuyas y de nadie más. Y después, en la noche, dejarnos caer en la playa y sólo ver las estrellas hasta que ellas memorizaran nuestros rostros.
Pero nadie sabe que hacer en caso de felicidad, me paso el día entre palabras ficticias y caricias sintéticas...buscando escusas para no soñarte más...