Reggeatón y las arañas:::

Recuerdo, cuando en mis tiempos de secundaria, se organizaba una tardeada por escuela generalmente realizada en el OK y uno que otro asistente contaba emocionado que sus papás le habían dado permiso para quedarse hasta las 8:00 PM. Cosa que no era muy común cuando uno tenia 14 años.
Todos platicaban en pequeños círculos, sosteniendo su vaso de plástico con Coca y seis enormes cubos de hielos (supongo que para que rindiera la botella). Y se movían toscamente intentando bailar mientras escuchaban a Fey, Mercurio, Magneto, Los Ilegales y Zona 7 entre otros géneros de Merengue-Hip Hop que en aquel entonces era la revolución en sonidos techno.
Ahora, a donde sea que voy encuentro lo mismo: un ritmo enfermizamente repetitivo, un llamado “macho alpha” y la asimilación de la mujer como un objeto sexual. Casi comenzaba a sospechar que me encontraba en un eterno déjà vu…
Si, hablo del REGGAETÓN. Conocido también como el punto base de la corriente de música basura, causante del empobrecimiento en la producción de talentosas bandas en México.
Según me contó el hijo del vecino: “Los reggaetoneros tienen un carácter misógino, el cual se transmite en cada una de sus letras sin el mas mínimo valor cultural que al parecer es de baja frecuencia para no ser captada por el canal auditivo de las mujeres.”.
Entonces, en recuento: No tienen gran noción musical, son genéricos y degradan al género femenino...aunque esto último no es nuevo ni mucho menos exclusivo del reggaetón.
Pero la verdad creo que también podemos estar recibiendo una imagen errada sobre esta corriente tan popular. Si bien, no deja de ser “música para bailar” [la cual se caracteriza por ser comercial y monótona, con letras directas y austeras]...creo que el reggaetón la llevó al límite.

Por otra parte, acepto que si nos desviamos un poco de su lado comercial y vemos hacia sus raíces, podemos apreciar una mezcla de ritmos latinos bien elaborada y con un buen manejo de distintos instrumentos, como es en el caso de ésta rolita.

En fin, mierda o no, si no te la comes no jodas a la gente que sí la disfruta.

Provecho.