miércoles, 20 de enero de 2010

.::Divagaciones de un martes por la mañana::.

Apenas soporto doblar mis manos y mis rodillas no quieren escuchar otra orden que les pida avanzar. Los esfuerzos por caminar son fallidos en lapsos cada vez más cortos, al grado de que las caídas son tan frecuentes como mi deseo por descansar.
Las ampollas en mis pies y manos relatan mis múltiples esfuerzos por frenarlo, contenerlo. Usando mi espalda a modo de resistencia en contra de una enorme pared agrietada que te empuja siempre más y más cerca del acantilado.
La fricción del suelo con mis pies desnudos ya parece algo cotidiano…se siente cotidiano. Tan cotidiano que da miedo.
Le temo a esa enorme masa de gritos y mentiras, de experiencias, verdades y alegrías. Temo de su forma y sus intenciones pues me son desconocidas, y rara vez me explica el porque de mis lesiones al intentar enfrentarla.
Duele, duele, duele como nada nunca me había dolido. Duele decirle que no, duele más decirle que sí.
La vida duele en todo sentido…pero es un dolor tan necesario

1 comentario:

Mickelphon dijo...

if am i right its really necesary, so be strong n keep yourself alive bro, n if theres anything i can do for u here i am baby ;)