miércoles, 27 de enero de 2010

.::Bajo un árbol de limones sabor mango::.

Desde aquí puedo verlos, a todos y cada uno de ellos. Puedo verlos mientras salen de sus jaulas. Todos festejando, todos maldiciendo…todos con el sueño a sus pies, hincado y rogando por quedarse diez minutos más.
La luz del astro posado en su cenit, irradia tal energía que desintegra el iris de quien intente ver más allá del suelo. Con la vista enganchada a los pies, estos seres caminan de un lugar a otro. Todos festejando, todos maldiciendo…todos con el sueño a sus pies, hincado y rogando por quedarse diez minutos más.
Puedo verlos. A todos. Gritando que tienen miedo o cantando que tienen frío. Disimulando o aplaudiendo, riendo y viniendo, pasando, sin peso, acompañados. Unos miserables y otros tantos existiendo.
La una menos cuarto y el sol no parece dar señales de cansancio. No sede su lugar en el cielo ni deja de mentar madres en la tierra.
La una y diez minutos; me levanto de mi escondite, mi bunker, mi hogar y camino hacia la jaula. Aquí los ojos no arden, ni hace danza el aire, ni mucho menos se ve el azul en el techo. Aquí las nubes tienen formas de abanico y a los árboles se les llaman pupitres. Aquí es donde los veo más de cerca y menos ganas me dan de estudiarlos. Este es mi salón y a los extraños se les llama estudiantes.

4 comentarios:

Tinúviel dijo...

welcome back

Wallas dijo...

@Tinúviel:
Thanks :]

Mickelphon dijo...

Same that she said bro XD

PuppO dijo...

Y así fue.