sábado, 10 de octubre de 2009

.::Ese mi buen Gober::.

Hay muchas historias del porque cerraron esa escuela, pero la más creíble, creo yo, es la que cuenta cómo se quedaron sin presupuesto para pagar todo lo que implica administrar tal institución. La estructura en si, recordaba a una casa de esas genéricas pero adaptada para simular un buen espacio para docentes y alumnos. Alumnos y maestros de pintura, de guitarra, de batería, de acordeón; cada uno con un verdadero interés tanto de aprender como de enseñar lo aprendido.

Las escuelas de música son caras y más caro es el instrumento en algunos casos, pero esta escuela de artes daba la oportunidad de estudiar a un precio más accesible, porque realmente se enfocaban en hacer arte puro y desparramarlo a cubetazos por la calle, para que floreciera la creatividad en las áridas aceras de la ciudad.

Pero todo proyecto de ese tipo implica gastos, y dinero es el que rara vez hay en alacena como para mantener funcionando a ese gigante. En mi opinión, “El Gober” debería de ver por el crecimiento de estas visiones, apoyarlas mínimo en lo básico…pero también hay que entender que si se pone a dar limosnas a proyectos culturales, no quedarán fondos suficientes como para construir la fuente de 3 millones de pesos que adorna la entrada de Palacio de Gobierno, ni tendrá cómo demonios pagar la gasolina de sus múltiples y lujosos carruajes. Me sentiría culpable si por mi culpa, por mis sueños de ver crecer a mi ciudad en un aspecto que no sea el turístico, el gober no pudiese comprarse otro carro u otra casa más ostentosa que la anterior.

¿La solución entonces? A huevo que fue cerrar la escuela y vender el espacio para pagar las deudas. ¿A quién? A una lavandería, obviamente. A ver, de los paceños aquí presentes, ¿A cuántos les dolió qué cerraran una escuela de artes para convertirla en lavandería? ¿1?, ¿10?, ¿50? ¿Ninguno?, la verdad no sé si sea relevante o si de plano es necesario que 400 o 20,000 personas peguen de gritos para que se haga un trabajo tan sencillo. Y me atrevo a decir que es sencillo porque todo dentro de ese planeta funciona con los engranes de la burocracia. Todo es sistemático, tardado y tan lento como la erosión de la piedra más dura.

Considero toda una mentada de madre que eso pase en una ciudad que descubrió el desarrollo hace unos cuantos años. Lavanderías hay un chingo, no sé si tantas como oxxos, pero de que sobran, sobran.
¿Qué onda mi gober? Como que trabajando más y cantinfleando menos… ¿O le molesta hacer cosas útiles?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ese cabron gobernador, si todos sabemos que es un pinche ladron ignorante que se pasea chulamente por la ciudad esperando que los mediocres le besen la mano.

Los mas util que podria hacer es suicidarse.

-Giovanny-