.::La vida sin MSN::.

Es que neta que esa madre es adictiva. Te absorbe poco a poco, como las drogas de diseño. Hace vario días me quedé sin laptop y por lo tanto sin acceso al "mesenyer" desde la comodidad de mi cuarto.

Así que me descubrí con un día más largo del acostumbrado, pues las horas invertidas en el chat ahora estaban vacías. Como resultado del cambio de estado de sedentario empedernido a un poco menos sedentario, aprendí a hornear y tejer entre muchas otras cosas.

Terminé cuadros que tenía a medias desde hace varios meses, tejí varias pulseras y hasta compré cosas que me hacían falta para terminar algunos otros proyectos a medias.

Con eso de aprender a hornear me refiero a que ahora sé hacer pasteles y pizzas…así es, como se imaginarán, comí pizza todo el fin de semana.

Terminé tres libros y comencé otros dos en ese rato sin computadora. Me volví realmente activo y hasta bajé de peso. Mi cabello adquirió brillo y reparé mi bicicleta. Pinté mi casa y domé varios caballos, tomé el té con la oruga gigante que vive en los hongos de mis paredes y viajé entre los engranes del reloj que cuelga en mi pared. Arrojé leña al sol morado que vive en la lámpara de mi cuarto y aceité las cuerdas que mueven al planeta alrededor de la tortuga gigante.

Apenas tuve tiempo de limpiar el refrigerador y correr sobre el arcoiris en sepia que uso de corbata antes de darme cuenta que eran las 3:51 am y que estaba sólo en mi cuarto mirando el techo que rebotaba como mercurio entre las paredes donde la pintura buscaba mis manos, persiguiendo la vida para poder dejar de ser pintura y transformarse en ideas llenas de energía.

Mames…neta que quiero otro pinche ajo.